Un pueblo en armas es el documental que más claramente explica qué es el anarquismo y en qué consiste la revolución que está siendo llevada a cabo por los anarquistas.Como hemos visto que es costumbre, los himnos revolucionarios de Hijos del pueblo, A las barricadas o Coloca la bomba suenan continuamente, y las críticas hacia el comunismo de Estado y la República no se echan en falta.
Se muestran también imágenes de Bujaraloz, un pueblo colectivizado por la columna Durruti, y se habla de las colectividades agrarias en Cataluña, Aragón y el Levante. Además, el documental basa sus críticas hacia la República en algo más que en la naturaleza que supone un Estado republicano frente a una colectividad anarquista, y denuncia el hecho de no haber dotado la República de armas al pueblo que estaba luchando en el frente, impidiendo así la derrota del fascismo. Señala el documental que, mientras que la CNT sí fue capaz de renunciar a sus principios con tal de derrotar al fascismo (pues el hecho de que una organización anarquista ingrese en el Gobierno escama a cualquiera), la República no hizo lo propio, y no dotó de armas a los anarquistas por miedo, lo cual tuvo las consecuencias que tuvo.
Más adelante se narra la ofensiva que Stalin dirigió contra las colectividades agrarias, dosificando el envío de armas, haciendo ver la heroicidad de las colectividades, que se defendieron como pudieron al carecer de armas.
No sólo la República y el comunismo son blanco de las críticas de los anarquistas en este documental. La Iglesia también se lleva su parte, y se puede ver en el momento en que el narrador dice que “los sacerdotes actúan como espías y los obispos bendicen la Nueva Inquisición”, mostrando así al clero como aliado del fascismo.
Se muestra a los milicianos luchando en el frente, no como un ejército jerárquico con oficiales y subordinados que luchan por defender la República, sino como un “pueblo revolucionario en armas”, que no va con trajes de militar, sino con sus trajes de mecánicos y de campesinos a morir por la Revolución social.
Además muestran numerosas imágenes de médicos atendiendo a pacientes, y se explica que mediante el método colectivizador anarquista hay pueblos que han recibido atención médica por primera vez, dotando así al anarquismo de una bondad y eficacia considerables.
A continuación se explica de manera casi didáctica en qué consiste el comunismo libertario que pretenden los anarquistas en oposición al comunismo estatal, que desemboca en la “tiranía absoluta”. Conceptos como “anarcosindicalismo”, “federalismo” o “comunas” son definidos y explicados, y las diferencias entre un ejército y “un pueblo en armas”, los ministerios y las “federaciones de productores”, las leyes y la “solidaridad y autodisciplina”, y la policía y “vigilancia revolucionaria de los trabajadores” quedan claras.
Se habla de la espontaneidad de las comunas frente a la rigidez de los Estados y de la abolición del dinero o de la fabricación local del mismo.
El documental deja claro que la revolución no se hace sólo en el trabajo, sino que se extiende a todos los ámbitos de la sociedad, y así vemos pintores y músicos revolucionarios, y una orquesta tocando el himno revolucionario Hijos del pueblo.
Por todo esto, Un pueblo en armas es, como ya digo, uno de los documentales más explicativos sobre el anarquismo y la Revolución Social, recomendable para todo aquel que quiera hacerse una idea sobre qué significa la palabra “anarquismo”.
Se vuelve a criticar a la República por huir a Valencia cuando Madrid está siendo asediada por los fascistas. Es aquí cuando se magnifica a la Columna Durruti y su valentía, que sí acudió a defender a Madrid, aún sabiendo que allí se iba a morir.
Las críticas a los comunistas de Stalin vuelven a repetirse cuando éstos reciben la orden de atacar a los anarquistas y trotskistas, que será cuando Durruti muera. Aunque no está del todo claro quién mató a Durruti, la teoría que cobra más fuerza es la que señala a los comunistas como autores del crimen, lo cual hace que cualquier anarquista se estremezca al ver las siguientes imágenes del documental, que muestran banderas comunistas ondeando en el entierro de Durruti, homenajeando al miliciano que acababa de ser asesinado. Además, uno de los cortejos estaba presidido por el embajador ruso Antonov, aún cuando las órdenes de Moscú eran “eliminar las milicias anarquistas y trotskistas”.
Lo cierto es que la crítica al comunismo estalinista en este documental no puede ser mayor, cuando se señala por ejemplo, que Stalin llegó a ordenar ejecutar a sus propios soldados soviéticos por el hecho de suponer unos “testigos incómodos” de sus fechorías, o cuando se explica que el líder ruso pretendía convertir a España en una colonia soviética, para lo cual tendría que eliminar toda oposición posible, es decir, el POUM y la CNT.
Además, al igual que la República y según el documental, las armas que enviaba Stalin tampoco llegaban al frente, sino que se quedaban en la retaguardia en manos de los soldados soviéticos, y cuando se habla de la disolución de las milicias madrileñas para ser introducidas en el “Ejército llamado popular”, se pone en duda que este ejército esté realmente al servicio del pueblo y no contra él.
También se habla de los sucesos de mayo del 37, y se explica que hubo cierto temor a enfrentarse a los comunistas por parte de los “líderes” de la CNT, porque no querían desencadenar otra guerra civil dentro de la Guerra Civil. De nuevo, sorprende la utilización del término “líderes”, pues se supone que la CNT es una organización horizontal, es decir, sin líderes ni mandatarios.
Más adelante aparecen imágenes de jóvenes anarquistas torturados por las tropas estalinistas, para hacer más honda, si cabe, su crítica al comunismo totalitario.
El documental acaba mostrando planos de ciudades y edificios destrozados, con un tono de pena, lástima y rabia; y por último con el himno anarquista A las barricadas (como no podía ser de otra manera) e imágenes de milicianos en el frente, fusil en mano, puños cerrados y banderas rojinegras cargadas de emotividad y de cierto orgullo por ser anarquista.
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1 comentario:
ostia que gran entrada! muy buena si señor!
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